30 de noviembre de 2016

A quien haya podido ofender

Fuente: http://www.eldiario.es/opinion/Disculpas_10_585591437.html
Últimamente, cuando una persona reconocida - normalmente un político - pide disculpas ante los medios de comunicación por algo que ha hecho o que ha dicho, suele hacerlo dirigiéndose solamente a aquellas personas "que se pudieron sentir ofendidas" por sus palabras en vez de a todo el mundo. Me recuerda a cuando Marge le pide a Bart que se disculpe ante Lisa y éste aduce que no servirá de nada pues sus disculpas siempre suenan falsas.

Esto es así porque el disculpante de turno pide perdón no porque haya reflexionado y entendido que cometió un error en su día y es hora de subsanarlo, sino por el revuelo causado ante la opinión pública. Le da exactamente igual su ofensa o equivocación, simplemente quiere zanjar el tema lo antes posible para que se deje de hablar de él o quizás algún superior le ha exigido dar la cara.

Sería mucho más honrado y valiente decir: me equivoqué, elegí mal las palabras, he reflexionado y comprendido que lo que dije fue una barbaridad. Pero estamos en España, amigos, y aquí nadie asume un fallo, se huye hacia delante con lo que sea: esto es una caza de brujas, se han descontextualizado mis palabras, no quise decir eso, ésa no es mi voz...

Cuando el personaje en cuestión dice: "quiero pedir perdón a quien se haya ofendido" realmente está queriendo decir "me da igual a cuantos colectivos he molestado, quiero que pase el chaparrón y comparezco para que dejen de criticarme en los medios".

En este caso hablamos del infame y machista alcalde de Alcorcón pero la fórmula ha sido utilizada por otros antes que él. Me gustaría que nos explicase cómo se han malinterpretado unas declaraciones en las que se le ve a él en un vídeo no manipulado, como ponente del VI Congreso nacional de educadores católicos el pasado año 2015 diciendo exactamente lo siguiente:
"Siempre me ha parecido muy sorprendente que hayamos llegado al siglo XXI todavía con ese feminismo rancio, un feminismo radical, totalitario, vigente e incluso influyendo en las legislaciones y marcando la agenda política. A pesar de todo, ahí sigue habiendo ese movimiento feminista, influyendo, opinando e imponiendo, que es lo que verdaderamente le gusta a ese tipo de movimiento (...) en muchos casos son mujeres frustradas, mujeres amargadas, mujeres rabiosas y mujeres fracasadas como personas, y que vienen a dar lecciones a las demás de cómo hay que vivir y cómo hay que pensar."
A mí, en cambio, me parece muy sorprendente que hayamos llegado al siglo XXI con esta calaña de representantes políticos que ni siquiera se molesta en formarse cinco minutos en feminismo. En este enlace tiene unas explicaciones de lo que es y lo que defiende.

Muy brevemente, dejaré plasmada mi reacción al respecto. En primer lugar, léanse las cuatro primeras acepciones del adjetivo radical, ahora que está tan de moda utilizarlo de forma peyorativa. ¿A que no parece tan tremendo ser radical en tus ideas?

Sigamos con "influyendo en las legislaciones". Cuando cada año en España se producen en torno a 100 feminicidios y asesinatos al año (fuente), por supuesto que se ha de influir en la legislación, estamos hablando de una mera cuestión de supervivencia.

"Influyendo, opinando e imponiendo", continúa. Los hombres, más aún los que piensan como él, llevan siglos influyendo, opinando e imponiendo. Sin pretender defender la imposición por la fuerza, ya es hora de que nos sentemos todos un buen rato a escuchar los problemas de ellas y hagamos lo posible por solucionarlos.

Noticia originaria aquí. Seudodisculpa aquí.